miércoles, 10 de agosto de 2011

DESCRIBIENDO SENSACIONES





Intento hacerme con el control de mi respiración… inspirar y expirar profundamente. Hincho mis pulmones reteniendo unos segundos el aire, aportando una dosis extra de oxígeno a mi cerebro, para poco después ir expulsándolo muy lentamente. Buscando sumirme en un vago estado de embriaguez y sosiego

Preparando mi viaje, que supera con creces, a todos los producidos por cualquiera de los tóxicos que guardo en mi pequeño botiquín, y que pese a mis súplicas, jamás permites que use en tu presencia.

Me quieres entera, serena, despierta, con mis miedos y mis debilidades. Que ninguna sustancia altere mis sentidos, así como la percepción de mis sensaciones. El blanco perfecto…

Lo descubres, lo tientas, lo reconoces….
Apoyada sobre la mesa, las piernas abiertas y los pies bien apoyados en el suelo. Tengo por seguro, que puedo perder la conciencia. Cuando tu carne se abra camino en mi carne, perderé totalmente el control de mis músculos…

Doy un respingo cuando te siento acomodarte tras de mi , sujetando con una mano mis caderas, mientras con la otra diriges tu sexo imponente a mi hendidura. Mojándote en mi humedad, abriendo mis labios, hurgando en ellos, abrasándome la piel con ese primer contacto. Jugueteas con mi clítoris para después retroceder y ahondar en mi centro.
Empujas, pero éste se resiste, provocando en mi rostro una pequeña mueca de dolor. Siempre cuesta la primera vez. Demasiado estrecha, demasiado devastador…

Me sujetas firmemente y vuelves a empujar aumentando la presión y la constancia, y esta vez mi carne cede violentamente tras un grito ahogado...
Avanzas lentamente, con evidente esfuerzo , forzando mis paredes a dilatarse , sintiéndola deslizarse muy ceñida, casi rasgándome la piel, hasta que de un golpe certero me ocupas entera, y mi cuerpo te envuelve tragándote por completo
Mis nalgas arden al contacto con tu pubis

Me retuerzo, me convulsiono, respiro atropellada abriendo la boca para tomar aire
Y una oleada de voluptuosidad liberándose a presión como vapor de agua por todos mis poros…
Reacciones químicas que se desatan al encender el interruptor, al sentirme
perversamente llena, endiabladamente poseída…

Un intenso hormigueo recorre mi espina dorsal, se bifurca y se expande, haciéndose con cada centímetro de mi piel. Mi espalda se endereza, mis ojos apenas entreabiertos, se abren por completo cada vez que tocas fondo…

Mis fuerzas flaquean, perdiendo totalmente el control, sintiéndome como un pedazo de carne trémula; húmeda y excitada, anhelante, ardiente… entregada

Y mi cabeza turbia, colapsada, desbordada por las sensaciones..

Pero no dejes que te confunda, no ceses en tu empeño, no debes tener piedad. Lléname hasta agotarme, hasta rendirme. Sabes que no me importaría morir bien ensartada en ti...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La mujer brocheta ;)

Golfa dijo...

La mujer brocheta, caliente como las banderillas del infiennnnoooo.


muasss

ainoha dijo...

Brillante, como siempre. Realmente escribes tan bien que das asco, espero ser la mitad de buena que tú algún día.

Jezabel Montenegro dijo...

Hola Golfa, me dejas usar este peazo relato para ponerle voz y mandárselo a los bichos?
Besos

Golfa dijo...

Claro que si, Jezabel, siempre que digas de dónde lo has sacao...jajaj

Besazo