martes, 26 de julio de 2011

ROJO AMANECER

De repente el silencio,
Silencio tan sólo quebrado por una voz desgarrada de mujer que flota en el ambiente meciéndonos en un ligero sueño, tras el incendio consumado…

Ya no se escuchan golpes en las paredes, ni el sonido del impacto de nuestra carne, ni los crujidos de la madera al arder bajo nuestra caldera.
Los gritos y jadeos se ahogaron tras un último estertor…
Y el ritmo cardíaco se normaliza poco a poco, respirando pausadamente, tras un largo y profundo suspiro de éxtasis…


Un ligero escalofrío erizando mi vello, al recuperar el grado normal de temperatura corporal, tras la fiebre, tras el baño de fluidos que han secretado nuestras glándulas al unísono, durante la batalla de los cuerpos

Percatándome por primera vez, de la luz artificial, intensa y cegadora que ilumina la estancia, me volteo para hundir la cabeza entre la almohada, mientras dibujo círculos enredando mis dedos entre tu pelo, sintiéndote resbalar lentamente, muy despacio entre mis piernas.
Tu flujo cálido y viscoso escapando de mí, desbordándose y humedeciendo de nuevo la cara interna de mis muslos, cuando contraigo la musculatura para retenerte tan sólo, por un instante más

Y quisiera llevarte para siempre conmigo, tragarte y no desprenderte jamás, pero el agua fluye llevándose consigo la huella de tu perfume, de tu tacto, junto a cientos de ácaros y células muertas de vida; muertas de pasión encendida y desmedida
Arrastradas bajo un chorro de agua caliente, que intensifica la sensación de pérdida, cuando ésta corre por mi piel dejándola aséptica y satinada, para acabar cayendo al vacío, hasta arremolinarse y colarse por el desagüe en este rojo amanecer…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las imagenes mentales, léxico y estructura cambiaroon en estos 2 últimos textos. Cambiaste de amante o fuiste tu?

Golfa dijo...

Fui yo